Entrevista a Andrés Sardinero, neuropsicólogo

     febrero 4, 2013

    Andrés Sardinero, director del Servicio Rehabilita Memoria e investigador en varios proyectos; es psicólogo especialista en neuropsicología, demencias y estimulación cognitiva. Hemos mantenido con él una interesante charla que os contamos a continuación.

    Entrevista con el neuropsicólgo Andrés Sardinero

    Andrés, ¿podrías explicarnos brevemente en qué consiste la neuropsicología?

    La neuropsicología es una disciplina científica, muy orientada a la práctica clínica, que estudia la relación entre el cerebro humano y la conducta. Su principal campo de aplicación es la evaluación y rehabilitación de personas con un daño cerebral. Intervenimos en trastornos amnésicos, dificultades del lenguaje como las afasias, alteraciones de los procesos de atención y concentración.

    Trabajamos con grupos clínicos como los traumatismos craneoencefálicos, enfermedades neurodegenerativas tipo Alzheimer y trastornos del desarrollo como pueden ser la hiperactividad o la dislexia.

    Particularmente te centras en el tratamiento a personas mayores, ¿podrías explicarnos tu interés por este sector?

    Desde muy temprano tuve interés por trabajar con este sector de la población. Creo que no existe un motivo único, sino que, como dicen algunos psicólogos, las decisiones complejas están “multiple – determinadas”.

    Suena muy profundo, pero sólo es una manera de reconocer que las decisiones tomadas en nuestra vida son lo suficientemente intrincadas como para no poder atribuirse a un único factor.

    Si quieres que te diga uno de esos motivos: porque me gusta. Como neuropsicólogo, es una satisfacción poder ayudar y acompañar a personas mayores que necesitan mejorar su calidad de vida, en uno u otro sentido.

     

    En Rehabilita Memoria tenéis diversas terapias en función de las necesidades del paciente. ¿Qué problemas son los más comunes?

    A nivel de sintomatología, lo más común son las alteraciones amnésicas de la memoria en sus distintas formas y las alteraciones lingüísticas tipo afasia. A nivel de la etiología, la enfermedad de Alzheimer y los Accidentes Cerebro – Vasculares.

     

    Suponemos que trabajáis con gente de distinto tipo, incluyendo un rango de edad amplio. ¿Existen diferencias entre las personas mayores y los demás a la hora de afrontar un tratamiento?

    La verdad es que estamos especializados en el sector de la tercera edad. Las personas de menos de 65 años constituyen un porcentaje reducido de nuestro trabajo, si bien es cierto que ocasionalmente solicitan nuestros servicios y les atendemos con la misma dedicación.

    Como grupo, no existen diferencias entre jóvenes y mayores. El mejor guía en el quehacer cotidiano del neuropsicólogo es repetirse el mantra: “cada paciente es único.” Con esto quiero decir que de antemano no suponemos que un joven o un mayor vayan a responder de manera diferente al tratamiento, sino que lo importante es ajustarnos al perfil, a los gustos y necesidades de cada persona, uno a uno. Así el trabajo es más eficaz.

     

    La Estimulación Cognitiva potencia habilidades como la memoria o el razonamiento. ¿En qué consiste y cómo lo trabajáis?

    El primer paso consiste en realizar una evaluación en profundidad de las competencias de la persona, los puntos fuertes y débiles de su perfil cognitivo. Así podemos establecer cuál es el foco de la intervención y de qué recursos complementarios nos podemos servir para superar las limitaciones encontradas.

    Luego, desarrollamos un programa de intervención específico y con objetivos concretos, adaptado a las particularidades del paciente.

    Por último, vamos realizando una supervisión continua de los objetivos, así como planteando nuevas metas de tal manera que se mejore paso a paso el estado cognitivo de la persona.

    No existe un único modo de intervención, sino que precisamente el trabajo del neuropsicólogo consiste en adecuar las estrategias de tratamiento a las características de la persona que tiene delante.

     

    Una de las terapias que más nos ha llamado la atención es el Tratamiento de la Afasia, ¿qué es? ¿En qué consiste?

    Por un lado, el concepto de afasia se utiliza para describir un deterioro en la capacidad lingüística del paciente como consecuencia de un daño cerebral adquirido. La dificultad puede manifestarse en una o en varias áreas de la comunicación: en el habla, en la comprensión de mensajes orales, en la lectura y en la escritura.

    Por otro, la terapia tiene como principal objetivo mejorar la habilidad  del afásico para comunicarse. El enfoque es eminentemente funcional, pues lo que se pretende es que el paciente incremente su habilidad para transmitir y para comprender mensajes en el día a día, ya sea a través del canal oral o del canal escrito, ya sea a través de la comunicación verbal o de la no verbal.

     

    Las terapias que utilizáis en general sirven para detener o ralentizar un deterioro manifiesto. ¿Es posible realizar un programa más enfocado a la prevención?

    Me alegra que me lo preguntes. Y me alegra decir que, cada vez más, el público solicita entrenar su mente sin presentar alteración de ningún tipo. El modo más eficaz de tratar cualquier enfermedad es prevenirla.

    Con una pequeña inversión en el autocuidado, siendo regulares en el entrenamiento de las funciones cognitivas como la memoria, el cálculo, la lectura, el razonamiento y la atención podemos mejorar y mantener la salud del cerebro por más tiempo.

    Entre nuestros servicios hemos incluido recientemente el Taller de Memoria Intensivo, un entrenamiento pautado y graduado para practicar estrategias de recuerdo que nos ayudan en el día a día. Además, acabamos de publicar un libro que se titula “Mejoro Mi Memoria” y que está teniendo mucho éxito entre el público que desea ejercitar su mente.

     

    Cuando una demencia aparece en un familiar, sus seres queridos sufren de una forma muy particular. Desde tu experiencia con la gente, ¿podrías darnos unos consejos para ellos?

    Hay muchos consejos que dar, pero siendo breves… Buscar apoyo en personas que hayan pasado o estén pasando por situaciones similares. Distribuir el tiempo y repartir la responsabilidad como cuidador de forma equilibrada entre los miembros de la familia y contando con recursos asistenciales. Permanecer abiertos al cambio, las soluciones que son útiles en una fase de la enfermedad pueden no serlo tanto en las siguientes etapas. Hablar y escuchar al enfermo desde lo emocional más que desde la argumentación lógica, importa más el tono afectivo de la comunicación que el contenido mismo del mensaje.

     

    Estamos convencidos de que la tecnología puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, fomentando el envejecimiento activo y facilitando ciertas tareas habituales. ¿Te vales de alguna tecnología concreta para desarrollar tu trabajo diario?

    Los smartphones y tabletas son un regalo caído del cielo. Aún queda mucho trabajo por hacer, pero comienzan a darse los primeros pasos, quizás los más importantes, en el desarrollo de aplicaciones enfocadas a la calidad de vida.

    En algunos casos hemos trabajado específicamente con smartphones como ayuda a la memoria prospectiva, esto es, para el recuerdo de citas y tareas pendientes. Por otro lado, el ordenador es un soporte que utilizamos a diario para la estimulación cognitiva, y con gran éxito.